La pirámide alimentaria es una guía visual que se propone para elaborar una dieta omnívora equilibrada. Este recurso gráfico se diseña con el fin de que la población siga unos objetivos dietéticos que propone una organización o una sociedad experta en materia de salud. Para su interpretación se entiende que los alimentos dispuestos en la cima o vértice superior son los que deben consumirse en menor cantidad y los que están cerca de la base son los que se deben consumir con mayor frecuencia y en cantidades mayores, incluyendo las calorías que aportan.
Muchos hemos olvidados los beneficios de una alimentación equilibrada, que más que nada se miden en salud y bienestar.
Apuesta a un cambio de hábitos en tu alimentación y vuelve a los principios de la pirámide nutricional, en la que se resume el consumo en calidad y cantidad de los alimentos.
Las proporciones de los principales nutrientes comprendidos en la pirámide nutricional son:
55-60 % de hidratos de carbono deben aportar.
30 % de grasas totales ingeridas al día. no deben superar el 30% de las calorías totales ingeridas.
15 % de proteínas, prestando atención a consumir la misma cantidad de carne que de pescados, que aportar proteínas más saludables.
La pirámide nutricional es importante aplicarla desde pequeños para crear hábitos alimentarios saludables en el adulto posterior y sufrir menos problemas de salud. Recuerda que la apuesta por la salud es la mejor opción, pero es lo mismo de arriesgada que una apuesta deportiva, en donde uno se juega todo o nada.
La nutrición por edades
Necesidades nutricionales y energéticas
Necesidades nutricionales y energéticas
Los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 11 años necesitan ingerir al día entre 1.750 y 2.800 kilocalorías. Una alimentación equilibrada proporciona a los niños todo lo que necesitan para crecer de forma saludable. Sus necesidades nutricionales varían en función de diversos factores, como la edad, el peso, la talla, el ritmo de crecimiento, el ejercicio físico y los hábitos alimentarios.
Para que los niños estén sanos, mantengan un crecimiento normal y cubran sus necesidades energéticas diarias necesitan:
Proteínas:
Para desarrollar la musculatura. Se encuentran en los productos lácteos, carnes, pescados, huevos y también en los cereales. Las necesidades de proteínas han de basarse en la relación entre el peso corporal, la estatura y el desarrollo. Son muy altas en los lactantes, disminuyen posteriormente y se elevan de nuevo en la pubertad.
Hidratos de carbono:
Que proporcionan energía para el cerebro y los músculos. Están en los cereales, patatas, arroz, pasta , fruta y azúcar. Hay dos tipos de hidratos de carbono: los complejos, como los que se encuentran en los cereales; y los simples, como el de la fruta y el azúcar. Una alimentación saludable debe contar con cantidades adecuadas de ambos, pero con un predominio de los complejos.
La fibra dietética:
está en alimentos como los cereales integrales, las legumbres, las verduras, las frutas y los frutos secos. Se calcula que la dieta debe contener, al menos, unos 25 gramos de fibra diaria.
Grasas:
para aportar reservas de energía al organismo. Se encuentran en el aceite, mantequilla, margarina y determinados tipos de carnes y pescados. La cantidad de grasas consumida en los países del mundo occidental es superior a la aconsejada. Se recomienda disminuir el contenido de este nutriente en la dieta, muy especialmente las grasas de origen animal (saturadas). Por el contrario, se aconseja el consumo de grasas de origen vegetal (mono-poliinsaturadas) sobre todo el aceite de oliva.
Agua:
componente principal del cuerpo humano, no sólo presente en las bebidas sino también en todos los alimentos.
Minerales:
(calcio, fósforo, hierro, magnesio, etc.), indispensables para proteger adecuadamente al organismo. La leche es una buena fuente de calcio mientras que el cacao y los cereales lo son de magnesio. En consecuencia, una bebida a base de leche y cacao es ideal por su contenido en calcio y magnesio, sin olvidar su aporte de hidratos de carbono, proteínas y energía.
Vitaminas:
importantes para asegurar un buen funcionamiento de los procesos metabólicos del organismo. Es imprescindible su aporte a través de la alimentación, debido a que el organismo no puede sintetizarlas. Las frutas y las verduras son una fuente inestimable de vitaminas, al igual que la leche y la carne.
(Fuente: La alimentación de tus niños. Nutrición saludable de la infancia a la adolescencia. Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid. 2005)
Consejo manos en la masa:
Hoy en día es difícil mantener una dieta sana y equilibrada, los tiempos son otros para las mamas que trabajan y la cocina paso a segundo plano.
La opción mas eficiente en estos casos es el frizer y micro hondas. Los fines de semana o cunado tenemos un tiempo en la cocina elijamos recetas con muchos ingredientes alternativos, como por ejemplo las brochetas, tartas y empanadas, las cuales son nutritivas, fáciles, rápidas y económicas de hacer. Hacer en cantidad para frizar y poder servirlas en cualquier almuerzo o cena sin mucho tiempo.
Que los niños aprendan a cocinar es enseñarles también a comer sano, variado y ampliarles el buen gusto por la comida.
Y recordemos, una alimentacion sana y equilibrada es un niño fuerte y feliz!!!
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