El tomate Una hortaliza antioxidante | |||||
La investigación científica, además, descubre cada día propiedades medicinales desconocidas en el tomate. El licopeno, por ejemplo, es un excelente antioxidante que le da al tomate ese color rojo tan característico. Se ha demostrado que, gracias al licopeno, los consumidores de este vegetal tienen menos tendencia a sufrir ciertos cánceres, como el de colon, estómago, pulmón y próstata. Por si esto fuera poco, el tomate es una gran fuente de vitamina C para el organismo y un gran aliado para combatir el envejecimiento. Asimismo, posee otros nutrientes fundamentales como el potasio y, en menores cantidades, vitaminas A, E y del grupo B. También se atribuye a esta hortaliza componentes que ayudan a disminuir el riesgo de padecer ataques al corazón. Valor nutricional y beneficios para la salud Es muy beneficioso para favorecer el tránsito intestinal por su alto contenido en fibra alimenticia y, además, apenas tiene sodio, por lo que resulta un alimento perfecto para personas con hipertencion. Asimismo, el tomate es uno de los mejores aliados que ofrece la tierra para tonificar y fortalecer el organismo; de hecho, sus aportes de hierro y cobre favorecen la formación de glóbulos rojos y la alcalinización de la sangre. En el mercado Siempre es mejor elegir los ejemplares maduros, ya que los verdes se digieren peor. Las manchas y zonas reblandecidas indican que los tomates son de mala calidad o que, simplemente, se han estropeado.Si no los vamos a consumir inmediatamente, es mejor comprar unidades ligeramente verdes, ya que los tomates seguirán madurando en la despensa o en el frigorífico. Normalmente, duran frescos una semana. Se conservan mejor si los tomates no están en contacto entre sí. En los fogones En la gastronomía española el tomate es imprescindible para elaborar verdaderas joyas culinarias como el pan con tomate catalán, el gazpacho andaluz, el pisto manchego, el salmorejo o el sofrito de la paella y de otros muchos guisos. Asimismo son deliciosos rellenos, asados o fritos: como siempre en la cocina, la imaginación es el límite. Si se consume crudo, es necesario lavarlo bien para evitar intoxicaciones. En muchos casos la acidez del tomate puede resultar indigesta en algunos guisos o en la misma salsa de tomate. Con una pizca de azúcar acabaremos con ella. Un último truco: se pelan fácilmente pasando la punta del cuchillo por la piel, ya que así conseguimos destensarla. Fuentes: |
viernes, 23 de abril de 2010
El Tomate
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